MITOCURIOSO

SÁLVAME IN LOVE

Creatividad Literaria

Este espacio está destinado a las jçovenes promesas de nuestro centro. Este será el escaparate de sus creaciones.

SANGRE AZUL

Cap. 1

Abrí los ojos y me di cuenta de que hacía una mañana muy bonita. El sol entraba por la ventana, todo estaba muy tranquilo y en silencio. Me pareció muy raro así que me levanté y fui a la cocina a desayunar. Pero no había nada. Tuve que ir a la tienda a comprar. Notaba algo raro, no había nadie en la calle. Todo el barrio estaba en silencio y no se veía a nadie. Cuando llegué a la tienda vi a la dependienta en el suelo inconsciente y pensé que a mi familia le había pasado lo mismo así que me volví corriendo a casa.

De vuelta me fijé que el suelo estaba cubierto de un polvo blanco muy fino como si fuera harina pero no le di importancia. Pero lo que sí me asustó fue el tipo tan raro que iba detrás de mí, iba muy mal vestido y andaba muy despacio. Parecía un mutante. Me armé de valor y le pregunté qué quería y me contestó que él sabía qué le había pasado a todo el mundo. Me enseñó unas fotografías donde se veía a personas en el suelo. Y me dijo que yo tenía que encontrar unas pistas para poder ayudar a la gente. Mirando las fotos recordé que la noche antes habíamos tenido una cena en el barrio y algo estaría en mal estado pero a mí no me afectó porque yo me tuve que quedar en casa. El mutante y yo no sabíamos que hacer. De pronto un cuadro se me cayó en la cabeza y me desperté y me di cuenta de que todo había sido un sueño. O eso pensé.

Cap.2

Días más tarde, ayudando a mi madre con las tareas de la casa, escuché en la radio que un científico había dicho que estaba sucediendo un fenómeno extraño por todo el mundo. La gente estaba cayendo inconsciente sin una causa justificada y tenía relación con el avistamiento de un ovni. Pero para cuando dieron la noticia, el ovni ya estaba cerca de la Tierra. Sabíamos que algo iba a suceder... Todo ocurría igual que en el sueño que había tenido la noche anterior.
Por la mañana la calle estaba iluminada con una luz verde muy extraña y arriba en el cielo se veía un platillo gigante.

Todos estábamos muy asustados, pero mi amigo el mutante y yo decidimos trazar un plan. Así que los dos nos fuimos a mi cuarto y empezamos a pensar y escribir. Decidimos que lo primero sería preguntarles qué querían.
Muy serios y con una música extraña que se oía al fondo, nos dijeron que nos darán una bebida para despertar a todos y que nunca más sucediera lo mismo. Pero a cambio querían comida. Pensamos en lo peor. Creímos que iban a comernos a nosotros. Pero no. Ellos comían basura. Para ellos eran una delicia. Así que en mi mente creció una gran idea. Ellos nos vigilaban desde su platillo y nos cuidaban y a cambio limpiaríamos el planeta.
Otro misterio resuelto, así que mi amigo y yo nos fuimos a estudiar la vida de los anfibios para el examen del lunes.

Cap.3

Habían pasado unos días desde que dieron la noticia de la llegada del ovni. La gente seguía enfermando y en clase estábamos todos un poco nerviosos. Nos dieron la nota del examen del otro día sobre los anfibios. Era muy difícil, teníamos que aprendernos muchas palabras raras. Así que esperábamos nerviosos a que llegara la hora de salir de clase.

Mientras, en la hora del recreo, recibí una visita inesperada. Mi amigo el mutante había venido a decirme que le había llegado un mensaje de los extraterrestres. Le pedían que nos reuniéramos por la tarde en el lugar de siempre, que tenían algo muy importante que decirnos. Otro motivo más para estar impaciente y nerviosa. Cuando al fin llegó la hora de salir del instituto, la profesora se acercó a decirnos la nota del examen. Venía muy seria. Nos dijo que todos, menos una persona, habían suspendido. Jamás pensé que esa persona que había aprobado era yo. Estaba tan contenta que me fui corriendo a casa a contárselo a mi madre. Cuando llegué la vi tumbada en el sofá, aún no se encontraba bien del todo. Así que después de contarle lo de la nota le dije que se acostara y descansara un poco que yo me encargaba de terminar las tareas de la casa.

Después de comer y terminar de limpiar, mi amigo el mutante y yo cogimos la basura y nos fuimos al encuentro de los extraterrestres. Se pusieron muy contentos cuando se la dimos, porque para ellos era una deliciosa comida.
Nos dieron un sobre con una dirección en un mapa y un mensaje muy raro: "INFORME BOTE CRISTAL FUENTE ARENA MOJADA". Mi amigo y yo nos miramos y sonreímos. Estos extraterrestres aún tenían que aprender a escribir bien.

Pensando que sería algo importante, nos dirigimos a una esquina del parque que está cerca de mi casa, donde hay una fuente que gotea y la tierra siempre está mojada. Allí había un bote de cristal y dentro estaba un borrador de un informe que un científico le envió a otro científico egipcio, donde decía que sabía cómo curar del todo esta pandemia. Pero había un problema, este informe estaba roto por la mitad. Así que para saber cómo acabar con esta crisis no nos quedaba más remedio que viajar al lugar indicado en el mapa. Egipto. Volvimos a casa para merendar, y pensar como viajar a ese país y recuperar el informe completo antes de que se perdiera. Mi amigo me dijo que el modo de viajar no era problema, que él podía correr muy rápido y en unas horas estaríamos allí.

No lo pensamos más, preparamos la mochila con suministros suficientes para una noche y quedamos en salir después de la cena, cuando todos estuvieran dormidos. Mientras esperaba ese momento, caí en la cuenta de que no sabía el nombre del mutante. No podía seguir llamándolo así. Pensé en llamarlo Juan, pero no le pegaba, ni Luis, ni Ernesto... En cuanto llegó le pregunté por su nombre. Andrés me dijo. Nunca lo había imaginado. Al llegar las 12 de la noche mi amigo Andrés y yo nos preparamos para viajar a Egipto.

Cap. 4.

Tardamos menos de 10 minutos en llegar al aeropuerto. Y casi no subimos al avión. Por los pelos. Nos acomodamos en los últimos asientos dispuestos a dormir un poco antes de llegar a nuestro destino. Al cabo de un par de horas volábamos sobre Egipto.

Las pirámides eran más impresionantes de lo que imaginábamos. No eran como vimos en los libros. Eran aún más grandes y hermosas. Estábamos embelesados mirándolas cuando nos dimos cuenta de que juntas formaban un dibujo que nos resultaba familiar. ¡Claro, el dibujo que había en el mapa! Pues ahora teníamos un problema. O seguíamos las pistas del científico para encontrar la otra parte del informe perdido o seguíamos esta nueva pista y entrábamos en las pirámides. Esta aventura había tomado un rumbo inesperado. Debíamos seguir juntos y así evitar los peligros que nos acechaban. Todo el mundo sabe las trampas que ocultan estas construcciones egipcias para proteger los tesoros de los faraones. Aunque si seguíamos las pistas del informe también encontraríamos alguna trampa. Difícil decisión.

Cuando aterrizó el avión nos decidimos por visitar las pirámides. Ya que estábamos allí no podíamos irnos sin visitarlas. Nos unimos a un grupo de turistas que iban a visitar la Gran Pirámide de Keops. El guía nos iba contando su historia, pero a mi amigo Andrés y a mí lo que más nos sorprendió fue que estaba recubierta de un mortero muy extraño. Parecía como si estuviera rebozada en harina. Nos acercamos aún más y vimos que a través de una grieta salía un líquido azulado y brillante. Esto ya se pasaba de raro. Me parece que hemos traído pocos suministros y que esta aventura va a durar más de lo esperado.

Cap.5.

Como ya era tarde decidimos irnos a algún sitio a descansar. Mañana sería otro día. Al día siguiente muy temprano nos acercamos hasta la pirámide para saber que solución encontrábamos a nuestro problema. Una vez dentro vimos muchos jeroglíficos que contaban la historia del faraón. Estábamos muy concentrados intentando saber que decían cuando de pronto sentimos la tierra temblar. ¡Oh Dios mío, un terremoto! Algunas personas de las que allí había corrieron al exterior, pero unos pocos nos quedamos atrapados dentro de la pirámide. ¡Que miedo pasamos! Pensábamos que se nos iba a caer todo encima.

Cuando todo pasó, descubrimos que las pinturas de la pared habían cambiado. Ya no contaban la historia del faraón, sino que se veían mucha gente tumbada en el suelo y el faraón estaba en una especie de nave espacial, y tiraba como unos polvos sobre ellos. ¿Serían esos polvos los que nos podrían ayudar? Seguimos investigando por si el terremoto había descubierto otros jeroglíficos. En la cámara del faraón vimos otro dibujo que parecía una nave espacial, pero esta vez se veía al faraón con un bebé en los brazos. Esto se pone cada vez más raro, me dijo Andrés. Junto a una tumba grande, que supusimos sería la del faraón, vimos otras dos juntas más pequeñas. Nos armamos de valor y fuimos a ver que tenían. La tumba grande estaba muy cerrada, no pudimos abrirla, pero las pequeñas fueron más fáciles. Pero menuda sorpresa nos llevamos. Las dos estaban casi vacías. Una sólo tenía un collar y un dibujo de un gato y la otra tenía el dibujo de un niño pequeño y una mortaja.

Cap. 6

Decidimos salir de aquel lugar y buscar las pistas del informe perdido en otra parte. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que la puerta estaba bloqueada. Teníamos que buscar una salida. Cuando empezamos a caminar por el interior de la pirámide, otros dos terremotos se produjeron. Cada vez estábamos más asustados. Andrés dijo que debíamos seguir la de luz que entraban por los huecos de las paredes y así encontraríamos algún lugar por el que salir. Estuvimos así al menos una hora, o eso pensábamos, y ya teníamos hambre. No se nos ocurrió traer algo de comer en la mochila. Visitamos cámaras, pasillos, subimos y bajamos escaleras, y dimos vueltas y vueltas y nada. No había salida. Estábamos asustados y hambrientos. Teníamos mucho miedo y apenas nos quedaba luz para ver por donde caminábamos.

De repente todo se puso verde. ¡Qué extraño! Creímos que era de las linternas, que se les estaba acabando las pilas, pero esa luz entraba por los huecos que había entre los bloques de las paredes de la pirámide. Era muy bonito, como si hubiera focos con luz verde en las paredes y en el techo y toda esa luz daba en un solo lugar. Iluminaba un trozo de pared que había al fondo, y parecía que había un cartel. Así que llenos de curiosidad nos acercamos a investigar. Era como si alguien hubiera pintado un mensaje en esa pared, pero lo raro es que estaba en nuestro idioma, no usaban los dibujos de los jeroglíficos. Y aquel mensaje tampoco nos ayudaba mucho, más bien nos asustaba aún más.

"EL SACRIFICIO DE LOS INOCENTES HARÁ JUSTICIA AL SEMPITERNO VIAJERO DEL TIEMPO"

Teníamos que salir de allí cuanto antes y encontrar la solución para ayudar a los que se encontraban en coma. Y el tiempo se nos acababa.

Cap. 7

Junto a aquella pared pintada y casi a oscuras, alumbrados solo por aquella extraña luz verde, aquel pequeño grupo de personas atrapadas en la pirámide, entre los que nos encontrábamos mi amigo Andrés y yo, nos pusimos a discutir sobre como salir de allí. Pero discutir no era una solución. Había que pensar. Así que nos pusimos a buscar alguna salida.

Miramos las puertas que tenía aquella sala donde nos encontrábamos. Había siete en total, y ya habíamos pasado por seis, así que fue fácil la elección. Era un pasadizo que no llegaba al metro y medio de alto y sin ningún tipo de iluminación, solo el de nuestras linternas.

Llegamos a una sala rectangular, con paredes y techo lisos, sin decoración y en el centro había un sarcófago vacío, de granito, sin inscripciones. Al abrirlo vimos que contenía un rollo de papel donde se podía ver un dibujo que nos resultaba familiar. ¡Claro, el dibujo del mapa que nos trajo hasta aquí! Lo abrimos con mucho cuidado para que no se rompiera, y vimos que solo tenía un número, 7372737. ¿Qué podría ser? De pronto, oímos unas voces que nos llamaban, y unas luces que se movían. Eran los guardias de las pirámides que habían entrado a buscarnos. ¡Al fin íbamos a salir! Solo nos quedada encontrar el dichoso informe perdido. Y solo teníamos un número escrito en un papel antiguo que... ¡atiza!, si lo ponemos al trasluz se ve un avión. Ese número tenía que ser de las taquillas del aeropuerto. Seguro que el científico lo guardó allí para que no se lo quitasen.

Al llegar al aeropuerto nos fuimos derechos a las taquillas, y allí estaba la nuestra. Pusimos el código y al abrirse, en un sobre bien cerrado, estaba la otra parte del informe perdido. ¡Qué alegría, íbamos a poder ayudar a la gente! En el trozo de informe que encontramos pudimos leer que la única solución para despertar a todo el mundo era una vacuna traída desde otro planeta y que los antiguos egipcios llamaban "sangre azul" y que guardaban como un tesoro en sus pirámides. ¡Azul!, el líquido que salía de la pirámide de Keops. Nos fuimos a toda prisa hasta donde vimos salir ese líquido y nos pusimos en contacto con algunos científicos para que nos ayudaran a repartir la vacuna. Teníamos que tomar unas gotas, nos dijeron.

Poco a poco las personas se fueron despertando, sin recordar nada de los que les había pasado. Pero Andrés y yo si lo sabíamos, había sido una gran aventura. Y yo había ganado un amigo para siempre.


Lucía Ríos Domínguez, 1º ESO

Haz clic aquí y empieza a escribir. Vel eum iure reprehenderit qui in ea voluptate velit esse quam nihil molestiae.

RON AND WALLY

RELATO DE NAVIDAD

Érase una vez en un pueblo, de cuyo nombre no quiero acordarme, en las fiestas. Era Navidad, yo me encontraba en un bar, en el bar de mi amigo Manuel, que no lo he dicho, me llamo Toni y soy un "pink floyd", tengo 20 años y por ahora estoy soltero. El bar de Manu se llama "Ron and wally". No significa nada pero suena guay ¿no? Bueno, volvamos. Estaba en el bar de Manu y llegó con un muérdago y consiguió que una pedazo de tía le diera un beso y pensé: "Si ese ha ligao, ¿por qué yo no? Así que le dije al tío: "Déjame eso". Me lo dejó, y la vi, ahí estaba con su vestido blanco y su melena castaña al viento. Pues para allá que me fui con mi ron con cola. Porque eran las 8 y ya las cervezas no pegan, a esas horas toca cubatas. Fui lanzado a por ella, le puse el muérdago en la cabeza y lo logré, me dio un pico. Pero ella era especial, le pedí el whatsapp, pero eso fue después de estar hablando mucho rato.

En conclusión, quedamos un día más, pero vimos que la cosa no iba bien y no quedamos más.

Samuel Guerrero Alonso, 3º ESO B

© 2016 Biblioteca Escolar IES Puerta de Andalucía. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar